Estudiemos Filipenses – Semana 3

Feliz semana 3! Ya estamos a la mitad del libro y esta semana el capitulo que vamos a leer ademas de que es muy bonito creo que debe de ser un aviso para podamos ver a Dios y tomemos decisiones para que podamos acercarnos más a Él.

Te dejo el imprimible en la parte de abajo.


Día 11

“Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”

Filipenses 3:1-3

El mundo nos ha enseñado que no es necesario tener fe, que tenemos que hacer nuestra seguridad y nuestro camino solos porque nadie nos va a ayudar. Pero con Dios esto es diferente, cuando realmente tú y yo somos conscientes de su amor, lo recibimos y lo llamamos nuestro Dios, vivimos de una forma diferente.

Nos podemos gozar en la aflicción; que tener gozo no significa ser feliz, significa que sabemos quien está con nosotros y tenemos entendido a quien servimos. Me gusta como dice Pablo, somos la circuncisión, no porque sea algo físico, sino que es algo que ocurrió dentro de nosotros. 

Y tenemos confianza en el Creador del cielo y de la tierra, estas semanas he estado escuchando mucho acerca de Génesis por unas clases que estoy preparando y es padrísimo poder profundizar en la creación y como todo tiene una razón de ser. 

Pero tú y yo podemos saber que Dios hace cosas, que se muestra, que está con nosotros y aun así que no tenga nuestra confianza, porque estamos sesgados a lo que Dios “puede hacer” o no. Creemos en una idea fantasiosa de Dios o le tenemos tanto miedo que realmente podemos no disfrutar de tener una relación con Él.

Me gusto mucho el significado de confiar de la Real Academia Española “Depositar en alguien, sin más seguridad que la buena fe y la opinión que de él se tiene, la hacienda, el secreto o cualquier otra cosa” dar sin más…. Creo que más bien Él que nos tiene confianza es otra persona a nosotros.

Tenemos que tener fe, esto es lo que va a hacer que podamos confiar realmente en Dios y todos tenemos un diferente nivel de fe. Pero estoy segura de que cuando depositamos nuestra fe|confianza en Dios las cosas son diferentes, no son más fáciles, no se solucionan solas, no deja de haber estrés, pero si existe una diferencia muy grande en como lo vivimos.

Ora hoy sabiendo que el Creador del cielo y de la tierra tiene un plan y que podemos gozarnos en su presencia.


Día 12

“Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos”

Filipenses 3:4-11

Pablo nos dice que es normal no creer, él realmente confiaba en la carne. Confiaba en la ley porque eso fue lo que se le enseñó y se sumergió tanto que llego a ser el principal perseguidor de la Iglesia. Pero lo más bonito de la historia de Pablo es que cuando Jesús se le es revelado cambia drásticamente.

Esto siempre me ha llevado a pensar que si realmente Dios se nos es revelado tú y yo no podemos ser las mismas personas, no podemos seguir con las mismas actitudes, vicios, enojos y errores. El cambio sucede desde lo profundo de nuestra intimidad con Cristo. 

“Todo cristiano tiene que admitir que la salud espiritual de un hombre es exactamente proporcional a su amor a Dios” C.S. Lewis

Nosotros podemos decidir a quien ver en cada paso que damos, podemos decidir ser personas que muestran el amor de Dios, pero si tú quieres hacer esto y no bebes de la fuente de vida es imposible que podemos hacerlo. 

Estamos llamados a ser una sociedad que muestra a Dios, pero eso no es lo más importante. Lo más importante es que conozcamos a Dios y así inconscientemente comenzaremos a mostrar a Dios en todo lo que hacemos. Tu caminar será un caminar de fe, no por las cosas que digas, sino que tus acciones son un reflejo de a quien sigues, y como Santiago lo menciona en su libro, nuestra fe debe de ser manifiesta y esto es a través de actos de justicia.

Oremos. Dios toma el control de nuestras vidas, gracias porque tú te nos has mostrado, permítenos ser un reflejo de quien tú eres para nuestra sociedad y que la gente crea en que solo tú tienes la Gloria y el honor. En nombre de Jesús. Amén.


Día 13

“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa”

Filipenses 3:12-16

Algo que les digo mucho a mis alumnos es que esto es un maratón, no son carreritas. El caminar con Dios es un proceso, es algo que requiere todo de ti. 

Cuando realmente Dios es mostrado a nuestra vida y corazón, podemos comenzar este viaje que no tiene fecha de caducidad. Es más bien una caminata eterna que si seguimos con Dios en este caminar todo lo que ocurrirá es que la presencia de Dios se vera mostrada y también llega el entendimiento de que aunque las circunstancias no son fáciles y que nos podemos tropezar el amor de Dios y su paz se ven reflejadas en nuestra vida.

Estamos muy metidos en lo que Dios puede hacer en nuestra vida, estamos muy obsesionados con nuestro “llamado”|”propósito” o como quieres llamarle que se nos olvida algo superimportante… todos estamos llamados a ser un reflejo de Dios en este mundo. Siempre que surge la pregunta en mis clases de ¿Cómo sé cuál es mi propósito? Me gusta recordarles lo siguiente “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:18-20)

Tenemos un llamado universal, todos nosotros estamos llamados a hacer discípulos enseñando todo lo que Jesús enseña, y esto es de una u otra forma justicia, amor al prójimo y un estilo de vida. Es un caminar y que la meta es la Gloria de Dios. Si nuestros ojos están fijos en Él y bebemos de su amor, su paz, su bondad, sabiduría, nuestra vida será un reflejo, no necesitas una camiseta que diga “Sigo a Jesús” sino que tus actitudes, tu corazón, tu vida son un reflejo del Reino de Dios.

Tienes que comenzar a evaluar tu relación con Dios, tu caminar y tu meta porque tal vez no sabes que hacer o como hacerlo, pero si estás seguro de que tu meta es darle la Gloria a Dios todo cambia. Pero son cosas que tú solo te tienes que cuestionar.


Día 14

“Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal”

Filipenses 3:7-19

Esta parte es muy fuerte, Pablo les está escribiendo a los Filipenses que lo imiten porque él es un imitador de Cristo y que esta sea su meta. En la época en la que este libro está escrito aún los apóstoles estaban vivos y si tú los veías, ellos trataron de ser lo más parecido a Jesús en el sentido de que enseñaban lo que vivieron con Él y que dieron todo por amor a Él.

Entonces, obviamente en la época en particular, en el momento en particular, Pablo les dice sean imitadores, pero no refiriéndose a que lo vieran como dios, sino que a través de su vida podían ver a Dios. Tú y yo no podemos ser imitadores, pero es un hecho que si podemos ser; como lo fue Pablo, un reflejo de la presencia de Dios en una sociedad que necesita amor, fe y justicia.

Porque existe mucha gente que seguirá viendo por lo suyo y por las cosas que este mundo nos puede proporcionar. Pero que se pueda hacer no significa que esté bien y que sea lo que tú debes hacer.

Cuando decidimos seguir a Jesús, muchas cosas de nuestra vida deben de cambiar, pero no porque sea una regla, sino porque la presencia de Dios se empieza a manifestar en nuestra vida y ya no somos lo que éramos, sino que somos un reflejo por los pequeños detalles que nos van llevando a vivir una vida diferente.

Algo que nos gusta a Sergio y a mí mucho, es decir que somos congruentes, no es que no tenga errores, no es que no me enoje o a veces no me equivoque. Es más bien que trato de ser congruente con lo que pienso, soy y digo. No estamos llamados a ser otra cosa que no sea una muestra de Dios en la tierra y si mis acciones son justicia o mis palabras hablan vida y no chisme es un reflejo de Dios.

Todo es una cuestión de decisión, no es algo que alguien pueda hacer por ti. Es algo que tu mismo tienes que tomar y decidir hacer. Para que el mundo crea.

¿Qué decisiones tengo que tomar para que mi vida sea un reflejo de la presencia de Dios?


Día 15

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”

Filipenses 3:20-21

Todo lo que hacemos tiene un solo fin. La Eternidad.

Tu vida y mi vida al estar en este conocer, en este caminar, en esta muestra día tras día de quien es Dios, tendrá una consecuencia La Eternidad. Somos un momento en la eternidad y en algún momento la presencia de Dios vendrá y tú y yo rendiremos cuentas y mostraremos el fruto. Pero nuestra meta es que su Gloria se manifieste y que cuando podamos estar ante su presencia regresemos a nuestro hogar.

Todo lo que vimos esta semana, el ser un reflejo, el mostrar a Dios, el ser congruentes y el caminar tienen esta meta y es lo más hermoso que podemos esperar, esperamos el retorno de nuestro Salvador. 

Pablo nos trata de enseñar en estos versos que aunque no podamos lograr llegar a ser como Jesús, tenemos que buscar llegar a la estatura del varón perfecto y que nuestra vida muestre “para que el mundo crea”. 

Es una responsabilidad compartida que tenemos todos como hijos de Dios y que estamos llamados a mostrar. Todos podemos buscar la gloria propia, pero imagínate, si nos uniéramos a buscar la Gloria de Dios en conjunto, seriamos un movimiento inquebrantable.

Pero mientras logramos esto, seamos como individuos un reflejo de quien es Él, seamos congruentes en nuestra vida para que Dios sea manifestado, hagamos actos de justicia para que la gente crea, hablemos vida y mostremos amor para que la gente pueda conocer el amor de Dios.

Todo es un caminar y nuestras acciones son un reflejo de lo que decimos, pensamos y mostramos. Así que busca eso no por ti, sino para que puedan conocer y ver a Dios a través de ti. 

Oremos. Dios gracias por tu amor, gracias porque nos permites colaborar para que la gente pueda conocerte, te pedimos que tomes el control de nuestra vida y que seamos un reflejo de tu amor para con el mundo. Has tu voluntad en nuestra vida. En nombre de tu hijo amado Jesús. Amén.


Te deseo una increíble semana, que Dios este hablando a tu vida y oro porque sea su voluntad en tu corazón.

Con cariño,

Mar

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