Descubriendo el poder de los pequeños cambios

Realmente es impresionante lo rápido que ha pasado el año. He disfrutado muchas cosas y quiero contarte las diferentes experiencias que he tenido durante este tiempo, las cuales han llenado mi vida de emoción y entusiasmo.

Al comenzar el año, Sergio y yo tuvimos una conversación en la que reflexionamos sobre nuestros sueños, metas y cómo podríamos alcanzarlos. Decidimos tomar diversos cursos y retomar actividades que habíamos dejado de lado, especialmente yo. Una de esas actividades fue el ejercicio físico. Aunque solía practicar yoga y pilates en casa, había dejado de ir al gimnasio desde antes de la pandemia.

El hecho de llevar una vida saludable es algo que me llena de orgullo. Sin embargo, sentía la necesidad de incorporar ejercicios más intensos en mi rutina. Por eso, el año pasado, cuando cumplí 30 años, decidí realizarme análisis de sangre para evaluar mi estado de salud en general. Descubrí que necesitaba incluir ejercicios de fuerza debido a mis niveles ligeramente elevados de grasa corporal.

Por esa razón, decidí regresar al gimnasio y estoy emocionada de contarte que este es uno de los hábitos que no pensé que podría lograr, pero lo estoy haciendo y me llena de alegría hacerlo. No puedo decir que he perdido peso, porque la realidad es que no, pero sí me siento más fuerte y he logrado mejorar mi calidad de sueño. Además, ahora tengo una alimentación mucho más saludable, en comparación con antes, cuando apenas comía adecuadamente.

Todo esto me ha llevado a reflexionar sobre la importancia de comprender nuestro contexto y nuestras emociones internas para poder realizar cambios significativos en nuestra vida. Estos cambios no siempre son agradables, pero son necesarios para seguir adelante.

En México, lamentablemente, somos el país con mayor índice de sobrepeso en el mundo. No menciono esto para que te pongas a dieta de inmediato o dejes de comer, ni tampoco para que te inscribas en un gimnasio. Lo comento porque es un problema muy grave que afecta nuestra sociedad y es la principal causa de muerte. Muchas veces lo pasamos por alto porque no le damos la importancia que merece. El peso en sí no es lo más relevante; lo fundamental es tener una buena salud interna.

Una persona puede parecer delgada, pero tener problemas de grasa o desequilibrios hormonales debido a una mala alimentación o afecciones como el hipotiroidismo. Por otro lado, alguien podría no aparentar delgadez, pero llevar una vida saludable, con análisis médicos adecuados y una buena calidad de vida.

Lamentablemente, nos hemos dejado llevar por los estereotipos que vemos en la televisión, y lo peor es que no reflejan la realidad. La celulitis, tener un abdomen abultado o ciertas características físicas son completamente normales. Lo negativo es que nos han hecho creer que están mal y que debemos cumplir con ciertos estándares físicos y de pensamiento. Sin embargo, todos somos diferentes. Por eso, estoy contenta no porque haya perdido peso o algo similar, sino porque ha beneficiado mi salud.

Todo depende de querer hacerlo, enfocarnos y perseguir nuestras metas. Por eso, estoy creando un pequeño espacio para hábitos, donde tú también puedes establecer tus propias metas y tacharlas, sintiendo la satisfacción de decir: “¡Lo logré! He logrado cambiar esto o aquello”. Quiero invitarte a que hagas lo mismo y lo disfrutes.

Déjame tus comentarios aquí abajo y cuéntame qué es lo que quieres cambiar, cuáles son tus metas. Recuerda que no necesitamos esperar al inicio del año para cambiar nuestros hábitos.

Con cariño,

Mar Pastor