¿Cómo han ido las últimas semanas?
No sé si solo he sido yo, pero la realidad es que no he tenido las mejores semanas del mundo. Sé que existen momentos más complejos que otros y que muchas veces creemos que somos los únicos que nos estamos sintiendo como nos estamos sintiendo (espero que tenga lógica en tu mente como en la mía).
Pero siendo completamente honesta, hemos tenido unos meses de mucho estrés, mucho trabajo y muchas cosas que hacer. La realidad es que muchas veces no solo nos desgasta físicamente, sino que también nos desgasta en nuestra mente y corazón. Cuando pasamos por estos momentos, lo que menos queremos hacer es acercarnos a nuestra Biblia o ponernos a adorar a Dios, pero es en el momento en el que más lo necesitamos.
Justo hace un momento me pasó, y aunque la verdad no quería moverme porque tengo frío y una flojera increíble, sabía que tenía que ponerme a hacer mi devocional. Me permite conocer, acercarme y hablar con Dios, y justamente toco la historia de la mujer viuda en 1° Reyes 17:7-16.
Si nunca has escuchado la historia, esta mujer viuda es llamada por Dios a alimentar al profeta Elías; pero esta mujer solo tenía un poco de harina y aceite (estaba a punto de preparar el pan y comérselo ella y su hijo y después dejarse morir). Pero algo en el corazón de esta mujer dijo que lo iba a hacer, alimentaría primero a Elías. Me imagino que por su mente pasaron mil cosas, muchas inseguridades y preocupaciones sobre qué iban a comer ella y su hijo, o si ya se iban a dejar morir. Pero decidió hacer algo, decidió servirle a Dios a través de hacerle pan a este hombre (aun seguramente con preocupación y duda). Y aunque el profeta le dijo que no le iba a faltar, puede que pasara por su mente la pregunta “¿Y si no pasa?”. Pero lo que me gusta y me llama la atención es que, a pesar de estas dudas y preocupaciones, tomó la decisión de hacerlo y de poder ser de bendición para el profeta Elías.
“No tengas miedo. Ve y haz lo que has dicho. Pero primero cocina un pequeño pan para mí y tráemelo. Después prepara pan para ti y para tu hijo, pues el Dios de Israel dijo que no se terminará la harina que está en la jarra ni el aceite que tienes en la botella hasta que él haga llover otra vez”
1° Reyes 17:13
No sé por qué estás pasando hoy, pero sé que hoy yo necesitaba esta historia para recordarme que tenemos un Dios bueno y que, a pesar de todo, cuando nos enfocamos y hacemos lo que Dios nos llama a hacer (si no sabes qué es, puedes leer la Gran Comisión o escribirme y con mucho gusto lo platicamos), Él siempre se encargará de que todo salga bien.
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
Mateo 6:33
Espero que te sirva tanto a ti como a mí hoy y recuerda que nunca se ha tratado de nosotros, sino de Dios en nosotros.
Con cariño,
Mar
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