Viviendo el Cristianismo

En los últimos fines de semana, estuve en la iglesia y una hermosa persona me preguntó acerca del cristianismo y si podría resumir en 5 puntos lo que es importante y cómo podemos llevar | vivir un cristianismo.

La verdad es que me encantó porque pensé que podría escribir acerca del tema, y le contesté con los siguientes puntos que me gustaría desarrollar contigo en los próximos minutos y mostrarte por qué creo que son 5 puntos súper importantes. No están ordenados de mayor a menor importancia, simplemente creo que son 5 factores base.

Me encantaría que puedas aplicar esto en tu vida y te sean útiles.

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1. Congruencia

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).

La congruencia es entender que Cristo vive en nosotros. Si somos conscientes de quien vive en mí, nuestras acciones deberían reflejarlo. La congruencia implica actuar de acuerdo con lo que pensamos y sentimos, ser auténticos. No estoy hablando de perfección, eso solo Dios lo logra, pero estoy hablando de ser humildes y crecer a través de nuestros errores.

“Nuestra imitación de Dios en esta vida – esto es, nuestra imitación voluntaria, distinta de cualquier semejanza que Él haya podido imprimir en nuestra naturaleza o estado – tiene que ser una imitación del Dios encarnado: nuestro modelo es Jesús, no solo el del Calvario, sino el del taller, el de los caminos, el de las multitudes, el de las clamorosas exigencias y duras enemistades, el que carecía de tranquilidad y sosiego, el continuamente interrumpido. Porque esto, tan extrañamente distinto de lo que podemos pensar que es la vida divina en sí misma, no solo es semejanza, sino que es la vida divina realizada según las exigencias humanas” (C.S. Lewis, Los cuatro amores, Introducción).

Estamos llamados a ser una representación de Dios, aunque no sea perfecta. Debemos esforzarnos en vivir de acuerdo con lo que creemos y experimentamos.

2. Generosidad

“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios” (Santiago 2:18-23 RV60).

Ustedes saben que Jesucristo es justo, pero también deben saber que todos los que hacen lo que es justo son hijos de Dios (1 Juan 2:29 DHH).

Somos llamados a ser un testimonio en el mundo de que Dios existe, y la generosidad es la base de ello. No estoy hablando de dinero, sino de ser generosos con nuestro tiempo y talentos. Debemos ser capaces de trascender más allá de lo que ocurre en cuatro paredes los domingos durante un rato.

Creo que hemos olvidado el punto real y principal por el cual Dios fue generoso, y Él hizo todo por amor a nosotros. Su amor fue tan grande que se entregó a sí mismo, y ese es el acto de generosidad más grande.

3. Gracia

“No brilles para que otros puedan verte. Brilla para que, a través de ti, otros puedan verlo a Él” (C.S. Lewis).

Pues por la bondad de Dios, han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es algo que hayan logrado por sí mismos, sino que es un don de Dios (Efesios 2:8 DHH).

Pero soy lo que soy porque Dios fue bueno conmigo; y su bondad para conmigo no ha sido en vano. Al contrario, he trabajado más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, quien en su bondad me ha ayudado (1 Corintios 15:10).

La gracia es un regalo inmerecido. Si mostramos amor y gracia a las personas que nos rodean, podemos reflejar a Dios, y de eso se trata el ser cristiano. Podemos mostrar gracia y abrazar a los demás, y todo depende de nosotros. Dios ya lo hizo por nosotros, y ahora podemos hacerlo por alguien más.

4. Conocimiento

“Existen tres cosas que nos enseñan a conocer a Dios: la Biblia, la oración y el dolor” (Martín Lutero).

Conocer a Dios es tan importante, valioso y necesario. Si no sabes a quién estás siguiendo, te conviertes en un borrego que sigue a los demás sin entender realmente por qué. No se trata de saberlo todo y juzgar a los que no conocen, sino de que nuestro conocimiento nos permita ver a Dios en todo y comprender cómo Él quiere estar cerca de nosotros. Conocerlo nos permite disfrutar de una relación con Él.

5. Fe

“La fe es el arte de aferrarse a las cosas a pesar de los cambios de humor y las circunstancias” (C.S. Lewis).

Tener fe implica tener la plena seguridad de recibir lo que se espera y estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos (Hebreos 11:1 DHH).

Sabemos que nadie es reconocido como justo por cumplir la ley, sino gracias a la fe en Jesucristo. Por eso, también nosotros hemos creído en Jesucristo, para que Dios nos reconozca como justos gracias a esa fe y no por cumplir la ley. Porque nadie será reconocido como justo por cumplir la ley (Gálatas 2:16 DHH).

Ninguna de estas cosas fue escrita por valor o algo así, pero todo esto no podría funcionar sin este punto. Si no tenemos fe en quién seguimos y en qué creemos, todo lo anterior no serviría de nada. Dios está con nosotros, y su amor se puede ver reflejado en lo que hizo por nosotros en la cruz. Mi amiga que te mencioné, la que me hizo la pregunta el otro día, dio un mensaje increíble al respecto (te dejo el enlace aquí para que lo escuches).

Vivir tu fe es siempre lo mas necesario para que la presencia de Dios se vea en el mundo. Estas a un paso de cambiarlo, no lo olvides.

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Este mes de agosto, nos estamos preparando para un curso de Cristianismo. Es muy probable que también te cuente sobre eso por aquí. Déjame tus comentarios. ¿Qué es lo que nos falta para vivir un verdadero cristianismo?

Con cariño,

Mar