Justificación II

¡Hola! Esperamos que tuvieras una buena semana y tuvieses la oportunidad de leer el post de la semana pasada, esta es la segunda parte del estudio de Justificación. Esperamos que sea de bendición para tu vida como lo es para la nuestra.


¿Por quiénes ora Jesús?

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.

Juan 17:3-12

Jesús ora y da la vida por aquellos que el Padre le dio

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

Juan 10:11-16

Podemos entonces tener la certeza de que aquellos que fueron escogidos, recibirán la justificación.

pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

Juan 10:26

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

Juan 6:44

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

Efesios 1:3-6

Luego, existen personas que pertenece a las ovejas y cree en Jesús, y otros que no pertenecen a las ovejas y no creen.

No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Y no solo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.

¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no solo de los judíos, sino también de los gentiles?

Romanos 9:6-25

Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respues- ta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy.

Romanos 11:1-8

Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Juan 1:9-13

Cuando nosotros vivimos según las obras, seremos juzgados por las obras (Ezequiel 18:1-2) Pero verdadero cristiano, será juzgado según la fe.

En la bienaventuranza que nosotros podemos tener, es que efectivamente, las obras nos darán la corona de la gloria, nos darán la corona de la fe, pero no son las obras las que a nosotros nos van a justificar, sino es la fe que abre la puerta hacia la justificación.

Efectivamente, la justificación genera en nosotros la disposición de las obras.

¿Somos justificados por obras? ¿o para obras?

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Efesios 2:8-10

Justificación es un término legal, escrito el el griego ptolemáico (αιτιολόγηση). Es el veredícto que un juez pronuncia cuando una persona es declarada inocente de las acusaciones en su contra. Es lo opuesto a la condenación, además la palabra justo, proviene de la misma palabra griega, y quiere decir, que la persona justificada es contada como justa. De este modo, la justificación es más que el perdón, es la declaración positiva de que una persona es justa.

Todos necesitamos de la justificación, judíos y gentiles. (Gálatas 2:15, Efesios 2:12, Romanos 3:23)

La fe de Cristo

Por lo tanto, conocemos que un hombre no es justificado, por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesús el Mesías, que por su fe, la del Mesías, podemos ser justificados y no por las obras de la Ley.

García Bazán

sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. 

Gálatas 2:16

Aunque nos pueda parecer algo extraño, no es nuestra fe la que nos justifica. (Efesios 2:8-10) Es la fe de Cristo, la fidelidad a Dios que Jesús demostró durante su vida sin pecado y su muerte inmerecida, la que nos justifica ante Dios. Pues estos son los méritos de Cristo.

Si, pero por las obras de Cristo, no por nuestras obras.

¿La salvación es por obras?

¿Qué es la fe y qué relación tiene con “la fe de Jesús”?

La fe es un acto de voluntad por el cual hacemos nuestro el sacrificio expiatorio de Cristo para el perdón de nuestros pecados y aceptamos ser justificados por la vida sin pecado que Jesús vivió en nuestro lugar.

Por lo tanto, la única manera en la que puedo obtener la justicia es mediante la fe. Pues por la fe, puede presentar a Dios los méritos de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador. La justicia de Cristo, es aceptada en lugar del fracaso del hombre, por lo tanto Dios recibe, perdona y justifica al creyente arrepentido, la trata como si fuese justa y lo ama como si fuera su Hijo. – Ellen G. White. Mensajes selectos, tomo 1. cp 57. pp. 430

La gracia es un favor inmerecido y el creyente es justificado sin ningún mérito de su parte, sin ningún derecho que presentar ante Dios. Es pues justificado mediante la redención, que es en Cristo Jesús, quien está en las cortes del cielo como sustituto y la garantía del pecador. Pero si bien es cierto que es justificado por los méritos de Cristo, no está en libertad de proceder injustamente. La fe obra por el amor y purifica el alma. La fe brota, florece y da una cosecha de precioso fruto. Pues donde está la fe, aparecen las buenas obras – Ellen G. White. Mensajes selectos, tomo 1. cp 62, pp. 465-466

Estas son las maneras en las que podemos entender las obras y la fe, que todo es por obra de Dios. Él hace en nosotros lo que nos pide que hagamos, ese es el fundamento de nuestra salvación.

Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.

Isaías 26:12

Pero toda mi esperanza estriba sólo en tu muy grande misericordia. ¡Dame lo que me pides, y pídeme lo que quieras!

San Agustín. Confesiones

Nosotros entonces, obramos por amor. Así como Él nos amor por pura Gracia, nosotros obramos por puro amor. A Él sea toda la Gloria y la Honra, pues solo de Él es la obra. Él es el único que merece la Gloria.

Soli Deo Gloria

El resultado de un diálogo ecuménico afirmando que ahora las iglesias comparten un entendi- miento común acerca de la justificación por la gracia de Dios mediante la fe en Jesucristo.

“La justificación es por gracia por medio de la fe, esto nos da una disposición a la obediencia, ya que la salvación no es fruto de la acumulación de los méritos que realizan las obras de los hombres en la tierra, sino mas bien, la salvación es un do gratuito de Dios que se le otorga al hombre de manera inmerecida porque los hombres no tienen méritos ni para merecer las más mínimas de las misericordias de Dios, y si Dios se decide derramar sobre nosotros su salvación eso es; gracia sobre gracia. De tal manera que ningún cristiano podría decir que tiene algo que no se le haya dado, pues ¿qué tiene el hombre que no se le haya dado? y si se le ha dado, ¿por qué el hombre se jacta como si no se le hubiese dado?” –Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación – Pontificio consejo para la promoción de la unidad de los cristianos de la iglesia católica apostólica romana y la federación luterana mundial (1999).

Si la elección de Dios, dependiese de las obras, ya no sería por gracia, por lo que la gracia ya no sería gracia, por lo tanto, las obras ya no serían obras. Pues las obras, son la evidencia de la justificación.

En la situación coyuntural, el hombre totalmente corrupto por el pecado, de tal suerte que las potencias espirituales del hombre están inhabilitadas para responder al llamado de Dios que requiere la fe, y la fe, es un don de Dios y no una potencia natural del alma humana. – Santo Tomás de Aquino, Prima secunde de la Summa de theologiae

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Tito 3:3-7

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Efesios 2:1-10

Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

Santiago 2:14-26

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.

Romanos 8:28-30

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad

Efesios 1:3-11

Aquel que no tiene obras, no muestra una fe viva, y una fe que no es viva no salva. La obra no le da vida a la fe, la obra muestra ya sea una fe viva o muerta.

Los hombres en cuanto son pecadores no pueden cumplir con Dios porque el hombre es; “simul iustus et pecattor” – simultáneamente justo y pecador. Pecador por la carne y justo por la vida de Cristo. Dicen que la fe salva, pero no la fe sola, sino la fe en cooperación con nuestras obras, esa cooperación que sostienen los romanos es imprescindible, y a nosotros nos critican duramente afirmando que nosotros prohibimos las obras y que inducimos a los hombres al pecado, pero nosotros nunca hemos prohibido las buenas obras, más aún, si decimos algo respecto de ellas es que nos aprueban, lo cual es una clara señal de que realmente predicamos de éste tema. Primero debemos plantar el árbol bueno, luego tendremos frutos buenos ¿de quién depende que el árbol sea bueno o malo? ¿de quien lo siembre, que es Dios o del que lo recoge, que es el hombre? – Sermones, “Nos es necesario nacer de nuevo” – Sermón para el domingo de la Santa Trinidad – 11 de junio 1536, Martín Lutero


Algo increíble del caminar con Dios es que no es algo que se nos impone y puede ser tan disfrutable como nosotros decidamos que sea. Espero que te hayas quedado hasta el final y estes estudiando. Te invitamos a que si tienes cualquier duda escríbenos, estamos para eso.

Saludos

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2 Comments

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